Microplásticos en el Cuerpo Humano Una Amenaza Invisible para la Salud
Los microplásticos, presentes en alimentos y agua, se acumulan en el cuerpo humano, representando un riesgo potencial para la salud al afectar órganos y sistemas.
Carlos Mora
5/5/20255 min read


En los últimos años, el estudio de los microplásticos ha emergido como uno de los temas más preocupantes en la ciencia ambiental y la salud humana. Los microplásticos, diminutas partículas plásticas de menos de 5 milímetros de tamaño, se han convertido en una amenaza invisible que afecta tanto a los ecosistemas como a los organismos que habitan en ellos, incluidos los humanos.
¿Qué son los Microplásticos?
Estas partículas pueden ser de origen primario, es decir, fabricadas a esa escala, como en el caso de los microesferas en productos cosméticos, o de origen secundario, cuando plásticos más grandes se desintegran a lo largo del tiempo debido a la exposición a la luz solar, el desgaste mecánico y otros factores ambientales. Los microplásticos incluyen una amplia gama de polímeros, como el polietileno, el polipropileno, el PVC y el poliestireno, entre otros, que son comúnmente utilizados en productos de consumo diario como botellas, envases, ropa sintética, y productos de higiene personal


Están compuestos principalmente por polímeros sintéticos derivados del petróleo, que son resistentes, duraderos y de difícil descomposición. Los materiales más comunes incluyen el polietileno (PE), el polipropileno (PP), el poliestireno (PS) y el tereftalato de polietileno (PET), que son los mismos que componen una gran parte de los productos plásticos de uso cotidiano. Estos polímeros, además de ser altamente estables en el ambiente, pueden estar recubiertos de contaminantes y toxinas absorbidas del entorno, como pesticidas y metales pesados, lo que aumenta aún más los riesgos para la salud.
El tamaño de los microplásticos varía enormemente, desde partículas finas que solo pueden ser vistas bajo un microscopio hasta aquellas que son lo suficientemente grandes como para ser visibles al ojo humano. En general, los microplásticos son considerados partículas con un tamaño inferior a los 5 milímetros. Sin embargo, investigaciones han revelado que también existen nano-plásticos, con un tamaño menor a 100 nanómetros, que son aún más difíciles de detectar y analizar debido a su tamaño extremadamente pequeño.
Primer Descubrimiento de Microplásticos en el Cuerpo Humano
El primer descubrimiento de microplásticos en el cuerpo humano ocurrió en 2018, en un estudio pionero realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Viena. Este hallazgo inicial fue alarmante, pues las partículas de microplástico fueron detectadas en muestras de heces humanas de personas de diferentes partes del mundo. El estudio, liderado por el profesor Andreas L. D. Fischer, reveló la presencia de microplásticos en el 100% de las muestras analizadas, lo que sugiere que la ingestión de estas partículas es una realidad global.
Tipos de Muestras en las que se Han Hallado Microplásticos
Los microplásticos han sido hallados en diversos tipos de muestras biológicas, incluyendo heces, sangre, orina, y tejidos humanos. Las investigaciones más destacadas han sido las que han analizado muestras de heces, debido a que permiten obtener evidencia directa de la ingestión de microplásticos a través de alimentos, agua o el aire. Además, recientes estudios han sugerido la presencia de microplásticos en sangre y órganos internos, lo que indica que las partículas pueden ser absorbidas por el cuerpo y transportadas a través del sistema circulatorio.
Métodos de Detección de Microplásticos
La detección de microplásticos en muestras biológicas es un desafío técnico que ha requerido el desarrollo de métodos analíticos avanzados. Los investigadores emplean diversas técnicas, como la espectroscopía de infrarrojo por transformada de Fourier (FTIR), la microscopía electrónica de barrido (SEM), y la cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas (GC-MS), para identificar y caracterizar los microplásticos en las muestras. Estas técnicas permiten analizar tanto el tamaño como la composición química de las partículas, lo que facilita la identificación precisa de los polímeros presentes.
Investigaciones sobre Microplásticos en Venezuela
En Venezuela, las investigaciones sobre microplásticos han comenzado a ganar atención en los últimos años, aunque el campo aún es incipiente en comparación con otras regiones del mundo. Investigadores venezolanos han comenzado a estudiar la presencia de microplásticos en cuerpos de agua, como ríos, lagos y el mar Caribe, debido a la creciente preocupación por la contaminación plástica en estos ecosistemas. Sin embargo, los estudios sobre la presencia de microplásticos en el cuerpo humano en Venezuela aún son limitados. A pesar de esto, algunos académicos han comenzado a abordar la problemática desde un enfoque multidisciplinario, que incluye el monitoreo de la contaminación en los ecosistemas acuáticos y la salud pública.


La investigación del Lcdo. Franklin Pacheco y col. titulado "Cuantificación e identificación de microplásticos en donantes de sangre del Hospital 'Lcdo. José María Benítez' (2023-2024)" presenta los resultados de un estudio sobre la presencia de microplásticos en muestras de sangre de donantes. Se analizaron 37 donantes de sangre, y el objetivo principal fue identificar y cuantificar microplásticos en sus muestras de sangre, utilizando espectroscopía infrarroja con transformada de Fourier (FTIR).
Los resultados mostraron que el 100% de los donantes presentaron microplásticos en sus muestras de sangre, con una concentración promedio de 7.4 ± 0.76 mcg/L. Los polímeros identificados fueron polietileno (43.24%), poliestireno (27.83%), y polipropileno (28.93%). Además, se detectó que el 54.35% de los donantes presentaron una combinación de polietileno y polipropileno, mientras que otros combinaban polietileno con poliestireno.
El estudio también exploró posibles factores de riesgo asociados con la presencia de estos microplásticos, como el uso de envolturas plásticas para conservar alimentos y el consumo de agua en botellas plásticas. Aunque no se encontró una relación estadísticamente significativa entre los factores sociodemográficos y la concentración de microplásticos, se destaca la preocupación sobre los efectos potenciales en la salud, como posibles enfermedades respiratorias, cardiovasculares y renales
La presencia de microplásticos en el cuerpo humano, un fenómeno invisible pero omnipresente, se ha consolidado como una grave preocupación para la salud pública global. A medida que la producción de plásticos aumenta, las partículas diminutas resultantes de su degradación se infiltran en los ecosistemas y en los organismos que dependen de ellos, incluyendo los seres humanos. El hallazgo de microplásticos en muestras de heces, sangre, orina y tejidos humanos es un claro indicio de que estas partículas están circulando a través de nuestros cuerpos, lo que plantea serias interrogantes sobre los efectos a largo plazo de esta exposición constante.
El estudio realizado en Venezuela sobre la cuantificación e identificación de microplásticos en sangre, en particular, revela que el 100% de los donantes analizados presentaron estas partículas en su sangre. Aunque los efectos directos aún no se comprenden completamente, los microplásticos se asocian con diversas patologías respiratorias, cardiovasculares y renales, lo que refuerza la necesidad urgente de realizar más investigaciones sobre el impacto de estos contaminantes en la salud humana.